viernes, 11 de julio de 2014

Carta de despedida de Monchi


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A MIS FAMILIARES Y AMIGOS

¿Qué pensabais, que no me iba a despedir de vosotros? Ahora con más calma puedo hacerlo, porque siempre iba con prisas, y hasta para marcharme lo he hecho demasiado rápido. Quiero aprovechar estas últimas líneas para daros las gracias por vuestra despedida, a todos los que me acompañasteis en los últimos momentos. Sé que a algunos os hubiera gustado estar y no pudisteis porque El Corte Inglés estaba abierto en domingo. Luché mucho para evitar cosas así, pero no pude lograrlo todo. ¡Pepe, te dejo a ti el testigo de ello!. A mis compañeros de trabajo les he dejado un libro de firmas en consigna, para aquellos que no pudieron despedirse o se quedaron con las ganas de contarme algo.

También quiero despedirme especialmente de mi familia, para pediros a todos que me recordéis con una sonrisa. Me lo pasé muy bien mientras estuve con vosotros, nos reímos todo lo que pudimos y más, por eso os pido que os riáis ahora por mí. Dice el refrán, el día que tú naciste, todos reían mientras tú llorabas; vive tu vida de forma que el día que mueras, todos lloren, mientras tú seas el que ríes. Me han contado que el domingo se derramaron muchas lágrimas, así que algo bueno debí hacer. ¡Incluso me han dicho que llené una iglesia donde la gente me aplaudía! Me alegro de haber dejado tantos buenos recuerdos, por eso os pido que no lloréis más y que me recordéis con una sonrisa.

¡Y tú, Chata, sigue para delante; no me vayas a ser tonta! ¡Ahora ya tienes la tele para ver lo que quieras sin discutir! Tienes a tus niñas y a tus niños alrededor, y todos te necesitan. Chico, aunque no te lo dijera mucho, estoy muy orgulloso de ti. Sabes que tienes que ir a Polonia. Mamá estará bien. Tata y Lala, y toda la familia se encargarán de ella. Me he ido joven, pero hasta he tenido la suerte de ser abuelo en esta vida. Sé que me perderé muchas cosas de mi Elías, pero los momentos vividos con él han sido muchos.

Cómo no, me despido con esa frase que tanto repetía: ‘Más vale morir de pie, que vivir siempre arrodillado’.
*Hemos publicado esta carta tal y como la familia nos la ha hecho llegar.

1 comentario:

  1. Cuñado, por lo de rojo quedo yo,que me decías que era el culo de un Mandril, siempre a la izquierda de la izquierda

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